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Alimentos que mejoran el estado de ánimo y la salud mental

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La conexión entre la dieta diaria y el bienestar emocional se hace más clara. Varios nutrientes, tales como el triptófano, los omega 3, el ácido fólico y el selenio, contribuyen directamente a la producción de sustancias cerebrales relacionadas con el control del estado de ánimo. La manera en la que estos nutrientes interactúan en el cuerpo puede afectar el humor, la motivación e incluso la calidad del descanso.

Los neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, son piezas clave en este proceso. La serotonina, conocida como la “sustancia química del bienestar”, se produce en gran parte en el intestino, lo que ha impulsado el interés por la psiquiatría nutricional y el estudio del vínculo entre la dieta y la salud emocional.

El intestino, nuestro segundo cerebro y compañero del bienestar

El aparato digestivo contiene una gran cantidad de bacterias que se conoce como microbiota. Estas bacterias no solo intervienen en el proceso de digestión, sino que también tienen roles fundamentales en la defensa contra inflamaciones y en la comunicación directa con el cerebro. Esta relación permite que los microbios intestinales afecten funciones como el control del azúcar en la sangre, la respuesta inflamatoria y la estabilidad emocional.

Los productos con alto contenido de probióticos, tales como el yogur, el kéfir y la kombucha, ayudan a conservar un sistema digestivo sano. La existencia de microorganismos ventajosos puede transmitir señales favorables al cerebro, elevando el ánimo y promoviendo una reacción emocional estable.

Elementos esenciales para mejorar el estado de ánimo

Algunos alimentos son conocidos por su habilidad para apoyar la salud mental. El triptófano, que se encuentra en carnes, huevos, nueces, almendras, bananas y kiwi, es un precursor de la serotonina y funciona como un moderador natural del estado de ánimo. El pavo es una de las fuentes más famosas de este aminoácido.

El selenio, abundante en las nueces de Brasil, ayuda a combatir la ansiedad y la fatiga. Por su parte, los pescados como el salmón y las sardinas aportan ácidos grasos omega 3, esenciales para el funcionamiento cerebral. Las lentejas, ricas en ácido fólico, participan en la síntesis de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. Además, la vitamina C, presente en frutas como naranjas, kiwis y mangos, contribuye a reducir los efectos del estrés y la ansiedad.

Hábitos nutricionales que favorecen al cerebro

Una dieta equilibrada, con predominio de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y semillas, y una reducción significativa de alimentos ultraprocesados y azúcares añadidos, es clave para la salud mental. Modelos alimentarios como la dieta mediterránea o la japonesa, caracterizados por un alto consumo de vegetales y pescado, se asocian con una menor incidencia de depresión en comparación con patrones basados en harinas refinadas y productos industrializados.

Los especialistas recomiendan que entre el 80 y el 85% de la ingesta diaria provenga de alimentos saludables, dejando un margen reducido para opciones menos beneficiosas. Este enfoque no solo mejora el estado de ánimo, sino que también favorece la salud física general.

Efectos negativos de una mala alimentación en el ánimo

Las comidas ultraprocesadas, los azúcares refinados y las harinas blancas, al ser consumidos habitualmente, pueden afectar negativamente el funcionamiento del cerebro y empeorar los síntomas de los trastornos del estado de ánimo, como la depresión. La dieta influye más velozmente en el estado emocional que en el control del peso.

Asimismo, las dietas excesivamente restrictivas o con un aporte calórico muy bajo pueden generar efectos adversos. Una ingesta insuficiente de calorías provoca irritabilidad, inestabilidad emocional y, en algunos casos, el denominado “hambre emocional”, especialmente en mujeres.

By Otilia Adame Luevano

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